Escudo de armas de Arequipa
La Real Cédula señalaba lo siguiente haciendo una descripción del escudo que otorgaba:
Y por la presente hacemos merced y queremos y mandamos que ahora y de aquí adelante la dicha Ciudad de Arequipa haya y tenga por sus armas conocidas un Escudo que en lo bajo de él esté un Río y sobre él un mogote del cual salgan unos humos a manera de volcán, y a los lados del cerro mogote, de la una parte, y de la otra; estén unos áboles verdes y encima de ellos dos leones de oro, de la una parte, y el otro de la otra; todo ello en campo colorado; y por orla ocho flores de lis y de oro en campo azul, y por timbre un yelmo cerrado; y por divisa un grifo con una bandera en las manos en la cual estará escrito las letras del nombre de Mi el Rey; con sus trascoles y dependencias y follajes de azul y oro según que aquí van figurados y pintados; las cuales dichas armas damos a la dicha Ciudad de Arequipa por sus Armas y Divisa, etc.
Escudo de armas de Huancayo
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Escudo de Armas de la ciudad de Huancayo fue descubierto por el investigador
peruano Waldemar Espinoza Soriano (
Cajamarca,
1936). Este escudo fue otorgado por el
Rey Felipe II al pueblo indígena
wanka en retribución a la colaboración que prestaron a los
conquistadores españoles para la derrota de los
incas. El Rey accedió a este pedido tras la solicitud que le realizó el indígena Felipe Hucrapáucar (indígena noble de la región de
San Jerónimo (localidad al norte de la ciudad de
Huancayo, quien viajó a España en
1562. Según Espinoza Soriano este blasón demostraría la existencia de un pacto entre los indígenas wankas y las huestes de
Francisco Pizarro. De esa forma, la corona premió la lealtad que mostraron los habitantes de esa zona. Sin embargo, esta lealtad tuvo su fin en el
siglo XIX ya que la ciudad de Huancayo participó activamente en la lucha independentista. El escudo fue otorgado mediante una Real Cédula firmada por Felipe II, en
Barcelona, el
18 de marzo de
1564.